Despues de ser identificados en las puertas de la fortaleza por el rudo Capitan Soren y su guardia, se nos concedio permiso para entrar en la ciudad, con la premisa de que esperaramos en la posada de la Luna Gris mientras el Consejo se convocaba. El dicharachero sargento Cofur nos escolto hasta la posada mientras nos enumeraba las personalidades mas conocidas del pueblo, desde el más rico granjero hasta el zapatero o peletero mas humilde. Algun comentario malicioso acerca del carácter del capitán también se dejo oir en la posada.
Tras una corta espera, finalmente fuimos llamados a comparecer antes el consejo para explicar el motivo de nuestra llegada. Asi pues les explicamos como el caballero Elrond nos había alertado de las necesidades del pueblo y de que una sombra se cernia sobre el monasterio. Fue entonces cuando nos sorprendió el tañido de las campanas al ser vislumbrado el humo proveniente del monasterio.
Asi pues, partimos a la carrera hacia el monasterio, con la esperanza de llegar a tiempo para evitar la matanza. Lamentablemente no pudimos evitar la muerte del Prior y sus compañeros que fueron injustamente ajusticiados, pero si pudimos dar muerte a los bandidos causantes de semejante atrocidad. Fue la astuta Amarwen quien descubrió el escondrijo donde el prior había escondido el Libro de la Profecia, que era lo que los bandidos habían venido a buscar. Dicho libro narraba con detalle lo acontecido con el sabio y la llegada de, primeramente el enviado del rey Oso, un tal Allan, y posteriormente la llegada del propio rey y su hueste. De cómo mato el rey al sabio y como este le predijo su fin y como se vio cumplido de forma inexorable.
Asi que, tras este hallazgo, decidimos aventurarnos a las ruinas cercanas, donde yacían los restos del sabio, para encontrarnos una fuerte hueste de un troll con 2 poderosos uruks, junto a mas bandidos, que obligaban a realizar trabajos a los aldeanos cautivos. Nuestra pericia en las artes marciales no fueron rival para estos enemigos que cayeron rápidamente bajo nuestras hojas y flechas. Rescatamos y a los campesinos y tras interrogar al capitán de los bandidos, averiguamos que lo que buscaban era una especie de “vasija” “cuerno” con el fin de evitar la profecía.
Guardian Oscuro
sábado, 3 de octubre de 2015