Calimenthar estaba meditando en sus aposentos cuando un guardia lo llamó.
-Señor, Elrond quiere verle.
Calimenthar se apresuró al encuentro de Elrond. Desde su último encuentro con el señor de Rivendel, Calimenthar estaba inquieto. ¿Que le deparaba ese futuro tan importante?
Una vez en la sala de reuniones de Imladris reconoció a la compañia con la que había ido a investigar los tuneles de Gundabad en el Norte.
Tras unos instantes, Elrond entro en la sala.
"Saludos, por igual a mortales e inmortales a la casa de Elrond. Os he hice llamar, ya que algo me ha sido revelado. Cuando Arien sonria al alcanzar su vista la barca de Tilion, la sombra revelará aquello que ha permanecido oculto. Además he tenido visiones sobre una antigua fortaleza abandonada. Puede ser la clave"
Aquello me dió que pensar. Arien era la maiar encargado de llevar el sol y Tilion el encargado de llevar la luna. ¿Quizás un eclipse de sol, podría crear una sombra que mostraría aquello que buscamos? ¿Pero que buscaríamos con dicha sombra? Estaba claro que el destino estaba aún por escribir y que de nada serviría pensar demasiado en ello.
Elrond habló de nuevo "-Uno de mis montaraces, encargados de vigilar el norte, pide ayuda. Hay un pueblo de Edain que esta siendo sitiado por una gran cantidad de bandidos. Si no acudis a la llamada, dicho pueblo pasará hambre y morirá".
El señor de Rivendel otorgó unos regalos a cada uno de los miembros de la compañia (a mi entregaron unos viejos brazales con símbolos de la casa de Fëanor, que me ayudarían en la batalla. ¿Pués que mortal o inmortal no seguiría las órdenes de quien lleva una pieza tan delicada y señorial?.
Nuestro bardo, Galdir de la voz de oro, nos contó las leyendas sobre un culto olvidado en un moonasterio perdido, que encajaba con la descrioción de la fortaleza.
Partimos lo antes posible a reunirnos con el montaraz de Elrond. En el camino sufrimos un ataque de lobos, pero pudimos espantarlos sin muchos problemas, parecian simples lobos hambrientos.
Tras llegar a la casa del Montaraz, nos contó lo que sucedía en la ciudad. Unos ladrones bien organizados, con gran numero y bien armados estaban sitiando la ciudad. Tras darnos cobijo y poder curar nuestras heridas partimos hacia el pueblo.
Decidimos avanzar en una formación sigilosa, en la cual la semielfa y yo avanzariamos unos 100 metros delante del resto del grupo, con el fin de poder detectar cualquier emboscada.
Nuestra sospresa fué mayuscula cuando encontramos a lo que parecia un pelegrino o un anciano que andaba solo y errante por el camino. Pero como pudimos descubrir después, no es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida.
La semielfa y yo decidimos pararnos a hablar con el anciano desconocido y pernoctar con el, por su seguridad. Esos caminos eran inseguros.
Nos contó la historia de Beren y Luthien ( Las baladas de Beleriand)...pero desde la perspectiva de Daeron, el trovador del rey Thingol y enamorado de Luthien a quien Beren arrebató su amor. Y habitó con su pena en sus canciones el resto de sus días frente a un lago encantado.
El anciano desapareció subitamente. Sería el mismo Daeron?
Por el camino emboscamos a algunos ladrones que esperaban ocultos entre la maleza. Nuestra nueva formación sigilosa parecía haberse impuesto frente a la de los bandidos.
La suerte nos sonrió y casi 20 bandidos fueron muertos o hechos prisioneros. Galdir intentó con su magia de control, saber algo más sobre los bandidos, pero un poderoso brujo pudo a una enorme distancia expulsar a Galdir de la mente de los prisioneros. Matandolos en el acto.
Galdir llego a descubrir que se escondian en las minas.
El beornida Montekzuma arranco unas cabezas de los ladrones que había matado. Sin más dilación llegamos al pueblo sitiado y pedimos ver a sus lideres. Tras la vacilación de los guardias, Montekzuma les tiro a los pies las cabezas de los ladrones que el habia matado en singular combate. Los guardias palidecieron y nos llevaron ante su consejo de ancianos.
Tras anunciar la ayuda de Elrond a la causa del pueblo y contar lo que habíamos descubierto...el campanario del monasterio cercano empezó a resonar. El humo se veía en la lejanía.....
Guardian Oscuro
miércoles, 30 de septiembre de 2015